Tarta de Orujo

No me gusta el orujo!!! Diréis que mal empezamos. Pero es cierto, no me gusta. En general no bebo nada que sea demasiado fuerte...
   Y ¿cómo es que me ha dado por hacer una tarta de orujo? Pues todo tiene explicación... Mi madre que es una maravillosa cocinera, supongo que todos decimos eso de nuestra madre, me preguntó por una receta de tarta de orujo para el Carrumeiro, su restaurante. Yo me puse a investigar en internet y encontré varias recetas más o menos con la misma base. Y manos a lo obra! Después de unas cuantos prueba y error, las medidas ideales son las siguientes. Os dejo más abajo la receta. Por cierto, suave y aromatizada, para nada tiene un sabor intenso a licor.


Ingredientes

Para la base:

Bizcochos de soletilla o una base de bizcocho ya hecha de tartas. También la podéis elaborar si lo deseáis con una base de galletas.

Para la crema:

- 60ml de orujo
- 600ml de nata para montar
- 90ml de leche entera
- 4 yemas de huevo
- 5 hojas de gelatina 
- 100gr de azúcar

Para el almíbar

- 180ml de agua
- 150gr de azúcar moreno
- 2 hojas de gelatina
- 4 cucharadas de orujo

  Comenzamos haciendo la base. En un molde desmontable cubrimos todo el fondo con bizcochos y los aplastáis para darle consistencia.
  En un bol, batimos la nata con ayuda de unas varillas y la mitad del azúcar que necesita la crema. Cuando esté montada la reservamos en el frigorífico.
En un poco de leche hidratamos las hojas de gelatina de la crema.
En un cazo batimos las yemas, el orujo, la leche y el azúcar restante y lo ponemos a hervir a fuego lento, sin dejar de remover unos diez minutos hasta que coja un poco de densidad. 
  Retiramos del fuego y añadimos las hojas de gelatina hasta que se hayan disuelto bien. Dejamos entibiar la mezcla y cuando este templada la incorporamos con movimientos envolventes a la nata montada que teníamos reservada en la nevera.
  Colocamos esta mezcla sobre la base de bizcochos y la metemos en la nevera al menos un par de horas hasta que coja consistencia.
Pasado este tiempo, hidratamos las hojas de gelatina en un poco de agua. Y preparamos en un cazo el almíbar, mezclando 180ml de agua, el orujo y el azúcar moreno. Lo ponemos a hervir a fuego medio unos diez minutos. Retiramos del fuego, añadimos la gelatina escurrida y damos vueltas hasta disolverla bien. Dejamos entibiar e incorporamos la mezcla sobre nuestra tarta con mucho cuidado.
  Debemos dejar la tarta en la nevera al menos una hora para que se solidifique la capa superior.
Y ya la tenemos lista.
Como podéis ver es un poco laboriosa pero os aseguro que merece la pena. Por cierto, yo he probado a cambiar el orujo por whisky y también ha quedado muy bien... Espero que os guste






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