Esta tarta es muy sencilla y se hace muy rápido. Y como casi todas las tartas de queso, está buenísima. Gracias al queso fresco la textura es distinta. La gelatina que se le aporta al final hace que quede más jugosa.
Espero que os guste
Espero que os guste
Ingredientes:
-1 paquete de galletas maría
-1 paquete de galletas maría
-65gr
de mantequilla
-250
grs de queso fresco
-3
huevos
-250 ml de leche
-5
cda. soperas de azúcar
-3
cda. sopera de harina de repostería
-3cda. de mermelada
de fresa
-5 cda. soperas
de agua
-2 hojas
de gelatina
Primero derretimos
la mantequilla en el micro. Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla. Untamos
un molde desmontable con mantequilla y con esta mezcla preparamos la base de la
tarta. La dejamos que se enfríe y endurezca en la nevera.
Precalentamos el horno a 180º.
A continuación, cortamos el queso fresco y lo ponemos en el vaso de la batidora, añadimos los huevos, el azúcar, la leche, la harina. Lo batimos todo con la batidora.
A continuación, cortamos el queso fresco y lo ponemos en el vaso de la batidora, añadimos los huevos, el azúcar, la leche, la harina. Lo batimos todo con la batidora.
Añadimos
el preparado sobre la base de galleta que habíamos reservado y lo metemos al horno durante 45min. No la dejéis más ya que se
resecará.
Después de que la tarta enfríe dejala reposar un par de horas en la nevera.
Después de que la tarta enfríe dejala reposar un par de horas en la nevera.
Por
último, hidrata en agua las hojas de gelatina y prepara un jarabe de fresa con
el agua y la mermelada. En un cazo déjalo que hierva y cuando temple un poco
añade la gelatina escurrida y disuelvela. Vierte esta mezcla sobre la tarta. Y ya está! Deja que enfríe un par de horas más en la nevera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario