La cuestión es que el chocolate es para muchos un verdadero placer por el que merece la pena pecar y saltarse la regla de A DIETA después de Navidades pero... la decisión y la fuerza de voluntad está en el momento que vive cada uno y en sus necesidades.
El brownie es ese riquisimo postre pecaminoso que es ideal en pequeñas porciones y que se sirve bañado normalmente por un buen chocolate negro caliente y un poquito de helado de vainilla. Alaaaaa! Eramos pocos y llegó el helado....
Bueeeeno, no será para tanto!
Si mi amigo Miguel quiere Brownie, pues tendremos que poner brownie!!
Dios! Qué rico está!
Ingredientes:
- 150 gramos de mantequilla
- 90 gramos de chocolate negro
- 300 gramos de azúcar
- 150 gramos de harina
- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
- 150 gramos de nueces
- 3 huevos
Calentamos el horno a 180º. Ponemos el chocolate y la mantequilla en un recipiente y lo calentamos a fuego lento hasta que se derrita, cuidado con no quemarlo, amarga.
Una vez derretidos se aparta del fuego y se le añade la harina y la levadura previamente tamizadas, el azúcar y las nueces. Se remueve todo y se le añaden los huevos (es una masa bastante densa, mézclala con calma).
Cuando la masa esté homogénea, se vierte en un molde previamente untado con mantequilla, es preferible usar un molde rectangular y estrecho para que los Brownies tengan la forma y el tamaño adecuados Se mete en el horno durante aproximadamente 25-30 minutos, hasta que esté ligeramente crujiente por la superficie y tierno por el interior. Si observais que se tuesta rápido es preferible sacarlo del horno con el interior un poco húmedo que demasiado seco.
Hay que tener cuidado con la cocción puesto que, dependiendo de la potencia del horno, podría quemarse.
Cuando la masa ya está cocida, se deja enfriar, se desmolda y se corta a cuadraditos no muy grandes ya que es un postre que llena bastante.
Estoy segura de que os encantará...
